La generalización de los equipos de aire acondicionado ha supuesto, en muchos casos, un verdadero alivio en los cada vez más calurosos veranos.
Pero también por ello el consumo eléctrico en esas fechas se dispara alcanzando máximos anuales. Y es que el uso de estos equipos sobrepasa muchas veces los lÃmites de lo racional, dejando de lado otras soluciones que muchas veces pueden resultar suficientes, y que, como el ventilador, parece que cada vez se usan menos y acaban en los trasteros.
Por ello, vamos a repasar unos cuantos trucos y buenos hábitos que nos ayudarán a ahorrar en nuestra factura, sin renunciar al confort:
- Ajústalo a una temperatura adecuada.
- Manten los filtros del aire acondicionado limpios, y realiza una correcta puesta a punto de los equipos.
- El uso de los toldos es una forma muy útil de limitar el calor en las ventanas, proporcionando una zona de sombra que evitará el recalentamiento de la vivienda.
- en su defecto, haz uso de persianas, estores y cortinas siempre que sea posible, especialmente en las horas centrales del dÃa.
- Recurre a los ventiladores siempre que puedas, te ayudarán a mejorar la sensación térmica.
- Ventila a primera hora del dÃa, la temperatura es más fresca. Recuerda, con 10-15 minutos suele ser suficiente.
- Un correcto aislamiento de ventanas también es importante. Igual que en invierno mantiene el frÃo fuera, en verano hace lo mismo con el calor.
- Si solo vas a estar en tu casa u oficina menos de 10-15 minutos, no suele compensar encenderlo, ya que nos iremos cuando haya empezado a notarse su efecto.
- Valora la conveniencia de cambiarlo por un aire acondicionado con calificación energética A++ o A+++.
¿Qué es la sensación térmica?
Una cosa es la temperatura real, la que miden los termómetros, y otra diferente es la que nosotros percibimos en relación con nuestro ambiente, y que es resultado de la combinación de la temperatura real, la humedad del aire y los flujos/corrientes de aire principalmente. El ventilador, por ejemplo, actua mejorando la sensación térmica, pero no baja la temperatura, solo incrementa la velocidad del aire:
- El grado de humedad debe estar entre el 40% y el 60%. Un pulverizador de agua puede ayudarte en caso de ambiente seco (por debajo de 40º aumentan las irritaciones de garganta), y en casos de humedad muy excesiva, incluso un deshumidificador puede ser conveniente.
Pero, ¿cuál es la temperatura adecuada?
Aunque normalmente se suele decir que la temperatura adecuada estará entre los 22 y 25º, realmente la temperatura adecuada deberá venir determinada por la temperatura exterior. Una diferencia de temperatura de más de 10º implica riesgos para la salud, ya que el cuerpo humano se va habituando a la temperatura gradualmente, de manera que un dÃa de invierno de 25º podemos notar mucho más calor que un dÃa de verano de 30º.
Por ello, debemos buscar una temperatura razonable, que evite grandes saltos términos. Pasar de 20º o 25º a 40º al salir al exterior (o viceversa) puede tener consecuencias muy poco deseables:
- Desencadenar crisis asmáticas.
- Estornudos, picor y secreción nasal, congestión nasal, escozor de garganta, tos y carraspeo, voz ronca.
- Dolores de cabeza e incluso fiebre.
- Golpes de calor y cortes de digestión, etc.
En verano, evita pues los cambios bruscos de temperatura. Cuando la diferencia entre la temperatura exterior y la interior sea superior a 10º, y siempre que puedas, dale unos minutos a tu cuerpo para acostumbrarse a dicha temperatura:
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¿Vas a comprar o cambiar tu máquina de aire acondicionado?
En algunos casos, si el aire acondicinado es muy antiguo* y a pesar de haber realizado un correcto mantenimiento y ya no funciona, o si no tenÃas, puede ser conveniente valorar comprar uno nuevo. Si has tomado esa decisión, valora siempre estos aspectos:
- Haz un estudio del espacio que necesitas refrigerar ya que la potencia no será la misma para enfriar una estancia que toda la casa.
- Busca uno con clasificación A++ o A+++, el ahorro a la larga es considerable.
- Compara y analiza todas las opciones, ya que algunas funcionalidades pueden ayudarte a usarlo de manera más eficiente.
- Si lo vas a instalar en el dormitorio, hazlo con moderación, y valora cuidadosamente el nivel de ruido.
- Y por último, ten en cuenta también que puede ser necesario aumentar la potencia eléctrica contratada si antes no tenÃas aire acondicionado, o reducirla, si pasas a un equipo con menor potencia.
- Busca y compara, hay ahorros importantes. Aquà te dejamos una muy interesante comparativa de aires acondicionados de la OCU que seguro te ayudará.
*Antes de tirarlo o cambiarlo porque no enfrÃa bien, valora siempre realizar una puesta a punto (en la mayor parte de los casos, una limpieza de filtros y una recarga de gas del aparato, puede ser más que suficiente).
En cualquier caso, recuerda siempre usar el aire acondicionado de manera lógica y razonable, reducirás tu factura eléctrica y tu salud no se resentirá.