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Calidad de la energía eléctrica

power-poles-503935_640Los parámetros fundamentales que determinan un suministro de energía eléctrica son: la tensión de alimentación (U) y la corriente (I).
El correcto suministro de la tensión (U) y la capacidad de entregar a los usuarios la energía eléctrica necesaria en un determinado momento, depende de las compañías suministradoras encargadas de distribuir la energía eléctrica.
En España, la tensión se suministra a 400 voltios(V) en un sistema trifásico con una frecuencia de 50 Hz, considerando esta tensión como baja hasta el valor de 1000 V. A partir de los 1000 V y hasta los 25 kilovoltios (kV) se considera media tensión, la cual depende de las zonas y de las compañías suministradoras. Por último, desde los 25 kV se considera alta tensión y es utilizada, principalmente, para transportar la energía eléctrica a grandes distancias.
En la actualidad, se deben unificar los conceptos de CALIDAD (correcto suministro de energía) de EFICIENCIA DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA (obtener el máximo rendimiento de la misma). Por esta razón, hay que optimizar al máximo la energía consumida, así como su transporte y utilización, garantizando el correcto  funcionamiento de los equipos eléctricos en las instalaciones.
Un aspecto fundamental de la calidad y de la eficiencia energética, consiste en generar y transportar el máximo de energía activa que produce trabajo útil procurando compensar las cargas de energía fluctuante y no productivas, como la energía reactiva, así como la energía de distorsión que generan algunos equipos eléctricos con componentes no lineales: reactancias electrónicas no filtradas, variadores de velocidad, rectificadores y arrancadores electrónicos entre otros muchos.

Aspectos negativos de la CALIDAD del suministro eléctrico según se recogen en la norma EN-UNE-60150:1996
  • Sobretensión
  • Interrupción de alimentación
  • Microcortes de tensión
  • Fluntuación de tensión
  • Parpadeo (Flicker)
  • Huecos de tensión

LA TARIFA NOCTURNA

Bombilla euroContador

Para las viviendas existe una tarifa muy atractiva, con discriminación horaria, la anteriormente conocida como tarifa nocturna. Así pues, vamos a realizar una pequeña parada en nuestro viaje teórico por el sistema eléctrico de los primeros artículos, para dar una recomendación con la que se pueden conseguir grandes ahorros.

Cualquier suministro de baja tensión, para el que se contrate una potencia inferior a 10 kW ó entre 10 y 15 kW, destinados fundamentalmente a la mayor parte de las viviendas en el primer caso, y a chalets o pequeños locales y oficinas en el segundo de los casos, tienen la posibilidad de adherirse a una tarifa con discriminación horaria: la 2.0 DHA y la2.1 DHA, respectivamente.

Estas tarifas tienen la particularidad de que en su parte fija, lo que se conoce como el término de potencia, el coste no cambia, pero en la parte variable, en el término de energía (consumo), existen dos bloques de precio diferenciados, uno destinado para las horas diurnas y otro destinado para las horas nocturnas y matinales. El primer bloque se conoce como periodo punta, o P1, y el segundo como periodo valle, o P2, siendo el primero ligeramente más caro que el precio de energía de una tarifa sin discriminación horaria, pero el segundo considerablemente más económico.

Horario de la tarifa nocturna

Así, según en qué momento del día hagamos uso de electricidad para nuestros electrodomésticos, para ver la TV o iluminar nuestro pasillo, nos costará un precio u otro. En resumen, tendremos:

  • Periodo 1 (P1) ó Punta: Que contempla desde las 12:00 hasta las 22:00 en verano y desde las 13:00 hasta las 23:00 en invierno. Es decir, un total de 10 horas consecutivas.
  • Periodo 2 (P2) ó Valle: Contiene las 14 horas restantes: De 22:00 a 12:00 en verano y de 23:00 a 13:00 en invierno.

A efectos del calendario eléctrico, la estación de verano sería la comprendida entre los cambios de hora del último domingo de marzo y el del último domingo de octubre.

Precios

Para la mayor parte de las viviendas, la tarifa habitual es la 2.0 A. En el momento que se redacta este artículo el precio medio que ofrecen los comercializadores se encuentra en torno a 12,5 cént. €/kWh (céntimos de euro por cada kWh) consumido, lo que sería equivalente a decir que realizar un ciclo de lavado normal de ropa en la lavadora costaría aproximadamente 0,12 €.

A día de hoy, en las tarifas 2.0 DHA los precios medios son de 14,5 cént. €/kWh en el periodo punta y de 6,5 cént. €/kWh en valle. Como podemos ver, el periodo P1 tan solo es un 16% más costoso que el precio de la tarifa sin discriminación horaria, mientras que el periodo P2 es prácticamente un 50% más económico.

Todos los precios e importes mostrados y que se tratarán no contienen ni el impuesto eléctrico, ni el IVA.

Consumo

El consumo de un hogar depende de múltiples factores, podríamos decir que los fundamentales serían:

  1. La climatización: Es importante tener en cuenta si calentamos nuestra vivienda con gas o electricidad en invierno, así como si tenemos y usamos aparatos de aire acondicionado en verano.
  2. El equipamiento de la cocina: Si además de los típicos, como son la nevera y el horno y a los que prácticamente podemos añadir el socorrido microondas, tenemos lavavajillas o vitrocerámica.
  3. La eficiencia de los electrodomésticos, bombillas y otros aparatos eléctricos que utilicemos.
  4. El tamaño de nuestra vivienda y el número de habitaciones.
  5. La cantidad de gente que la habita.
  6. Y el que quizá sea uno de los más determinantes para el ahorro en nuestra factura de luz: el horario de las personas que residimos en nuestra casa.

De media, el consumo de energía eléctrica de una vivienda española se encuentra en torno a 3.500 kWh al año. En importe tan solo del término variable al año sería, por tanto, de unos 437,50 €.

Ahorro

Con una tarifa 2.0 DHA, si tenemos en cuenta que el periodo valle comprende 14 de las 24 horas que contiene un día (el 60% del total), y en el hipotético caso de que consumiéramos la misma energía en cada una de las horas el precio medio de la luz, según los datos mostrados, se reduciría a poco más de 9,80 cént. €/kWh, lo que vendría a significar un importe del término variable de 344,20 € anuales, 93 € menos al año que con la tarifa 2.0 A.

Pero lo siguiente es que surja la pregunta… ¿Podemos llevar un 60% de nuestro consumo al periodo valle? La respuesta es sencilla, pensemos en el único aparato que verdaderamente se encuentra funcionando todo el día: la nevera. Al estar funcionando todas las horas del día, en todos los días del año, la nevera se lleva en torno a 2.500 kWh de nuestro consumo y, con una tarifa 2.0 DHA, se repartirá de forma proporcional al número de horas de cada periodo, lo que serían 1.050 kWh en punta y 1.450 kWh en valle. Solo nos quedan unos 1.000 kWh de uso de energía en otros aparatos para completar el consumo medio anual. Vamos a ser radicales y a incluirlos absolutamente todos en el periodo punta. Aún con ésas, el coste medio sería de 11,20 cént. €/kWh; 391,50 € al año en término variable y un ahorro de 46 €.

Ahora llega el momento de que os preguntéis qué parte de esos 1.000 kWh restantes consumidos por nuestra lavadora, televisión, para iluminar nuestro salón mientras vemos la tele, o para calentar la leche del desayuno se celebran después de las 22h y antes de las 12h en verano ó después de las 23h y antes de las 13h en invierno.

Entonces, ¿Cuál es nuestro horario? ¿Cuál es el momento en el que estamos en casa? A día de hoy, en muchos hogares sus miembros no llegan a casa hasta prácticamente el anochecer y hacen vida en la vivienda a partir de las 22h, cocinando algo para cenar, viendo la tele y con un par de lámparas encendidas. Si además somos capaces de elegir cuándo utilizamos nuestra lavadora o lavavajillas, justo al llegar a casa o al levantarnos un sábado o domingo, utilizamos el termo eléctrico para ducharnos por la mañana o antes de irnos a dormir y programamos la calefacción para calentar la casa por la mañana mientras desayunamos o, directamente, contamos con acumuladores, es evidente que llevaremos mucho consumo de energía al periodo valle. Podemos llegar incluso a tener unos porcentajes del 30-70% del término variable entre los periodos P1 y P2, en algunos hogares y situaciones y no sería nada descabellado acercarnos a ese reparto. Esto significaría un ahorro superior a 120 € anuales… Casi nada y tanto más a medida que la demanda de nuestra casa fuese mayor a lo habitual.

Preguntémonos, por tanto, ¿qué podemos hacer para consumir más energía en las horas más baratas? En la mayor parte de los casos ni siquiera tendremos que hacer prácticamente nada, ya estaremos consumiendo más energía en las horas valle, pero ni siquiera lo sabremos porque no tenemos la tarifa nocturna, ó 2.0 DHA, o no somos conscientes de ello porque no revisamos nuestra factura. No hay que hacer grandes esfuerzos, al contrario, y el resultado es inmediato.

Como vemos, el ahorro de cambiarse a una tarifa 2.0 DHA estaría comprendido, incluyendo todos los impuestos, entre 60 y 150 € al año y subiendo, según el caso. El resultado medio, por tanto, para una vivienda española se encuentra en 105 €… Parece increíble, ¿no?

En este artículo hemos estado describiendo la situación con las tarifas 2.0 A / 2.0 DHA. La situación para tarifas 2.1 A / 2.1 DHA sería idéntica, con la diferencia de que los precios son distintos y los datos finales de ahorro variarían en importe según el consumo, usualmente mayor, de estas tarifas.  Si bien, conviene señalar que si en vez de hablar de una vivienda, nos referimos a un pequeño local, u oficina, las ventajas de la tarifa nocturna carecen de sentido, ya que el horario de trabajo suele ser diurno.

¿Qué tengo que hacer para pasarme a la tarifa nocturna?

 El cambio es muy sencillo. Lo que tenemos que hacer es:

  1. Indicar a nuestro comercializador nuestro deseo de cambio de la tarifa 2.0 A y contratar la 2.0 DHA. Ningún suministrador pondrá ningún problema.
  2. Debemos solicitar que nos informen de las nuevas condiciones de precio y si hay algún otro cambio en el contrato que no nos resultase deseable (como una nueva permanencia).
  3. Si el comercializador con quien tenemos contratada la luz no es un suministrador en libre mercado, sino que se trata de la Comercializadora de Referencia (COR) de la zona, tendremos el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Según este precio, el coste de la energía no solo varía entre periodo punta y valle, sino además en cada una de las horas del día. No debemos preocuparnos, el periodo valle seguiría siendo más económico porque la parte regulada del término de energía es mucho menor.
  4. El comercializador se encargará de notificar el deseo del cambio al distribuidor de la zona, que es quién realizará las gestiones pertinentes en el equipo de medida o contador. Solo tendrá que acudir a nuestra vivienda en caso de que el equipo se encuentre dentro de nuestro hogar. En caso contrario accederá al cuarto de contadores por su cuenta para reprogramar el contador y conseguir, así, que pueda discriminar el consumo entre periodo punta y valle.
  5. El plazo de cambio aproximado será de entre 5-15 días. Poco después recibiremos una última factura de nuestro comercializador al precio de la tarifa 2.0 A y el costeque cobra el distribuidor por la actuación en el equipo de medida, de 9,04 € + IVA, que factura al comercializador y éste nos trasladará a nosotros. Un coste despreciable en relación con el ahorro de esta tarifa.
  6. Ya podemos empezar a disfrutar del ahorro con nuestra nueva tarifa, es el momento de incluso variar ligeramente, si así lo consideramos, algún pequeño hábito de consumo, beneficio que no tardaremos en comprobar en nuestra factura de luz.

Como comentario final, en muchos casos los distribuidores se niegan a realizar algún cambio técnico relacionado con la tarifa o potencia que tenemos contratada si éste se produce en menos de 12 meses desde la realización de uno anterior. Cabe preguntarnos, por tanto, si en el momento que cambiamos a la tarifa 2.0 DHA podríamos, a la vez, querer reducir nuestra potencia contratada para ahorrar también en el término fijo.

 

72,3% en diez años

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La tarifa de electricidad ha subido un 72,3% en diez años, hasta un nivel en el que el consumidor medio paga en la actualidad de media 383 euros más al año que en 2004, según un estudio de Facua-Consumidores en Acción.

En su análisis, la asociación describe al usuario medio como un consumidor con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) que demanda 366 kilovatios hora (kWh) mensuales.

Con la tarifa media de noviembre de 2014, este perfil de usuario paga 76,01 euros mensuales, o 59,76 más el 27,19% que representan el IVA y el impuesto sobre la electricidad.

Este importe es un 72,3% más de lo que abonaba en el año 2004, cuando la cifra era de 44,11 euros, o 35,65 más el 21,93% que representaban entonces los impuestos indirectos.

Según el análisis de Facua, con las tarifas vigentes en enero de cada año, la factura mensual del usuario medio ha sido de 44,11 euros en 2004, 44,88 en 2005, 46,89 en 2006, 48,59 en 2007, 50,20 en 2008, 57,29 en 2009, 61,78 en 2010, 72,97 en 2011, 88,66 en 2012 y 80,47 en 2013.

En enero de 2014 la factura bajó a 67,62 euros mensuales después de que el Gobierno sustituyese la subasta que fijaba las tarifas por otro sistema, pero en los últimos meses ha vuelto a aumentar hasta situarse en 76,01 euros en noviembre.

Diez años de recibos más caros

Facua calcula que desde 2004, en diez años, el precio del kilovatio de potencia contratada ha aumentado nada menos que un 154,5%, al pasar de 1,75, o 1,44 más los impuestos indirectos, a 4,46 euros.

La asociación califica de «brutal» la subida del recibo de la luz y considera que «pone de manifiesto que la liberalización desarrollada por los gobiernos del PP y el PSOE sólo han beneficiado al oligopolio eléctrico, un lobby que viene dictando las políticas energéticas en España».

Facua, que reclama una tarifa eléctrica basada en el coste real de la producción energética en el mercado mayorista, ha convocado a los usuarios a un apagón de una hora el próximo miércoles 17 de diciembre a las 19:00 horas, o 18:00 horas en Canarias. Para ello, ha creado la etiqueta #Apagón17D en las redes sociales.



El comsumo eléctrico no despega

Pese a que los datos macroeconómicos parecen mostrar un cambio de tendencia, la demanda de energía eléctrica no va en consonancia. En noviembre ha descendido un 0,9% con respecto al mismo mes de 2013 y la demanda bruta ha sido un 3,2% inferior. El dato positivo es para la eólica que vuelve a ser la primera tecnología eléctrica, con una cobertura de la demanda del 25,6%.

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La demanda peninsular de energía eléctrica en el mes de noviembre, una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, ha descendido un 0,9% con respecto al mismo mes del año anterior. La demanda bruta ha sido de 19.799 GWh, un 3,2% inferior a la de noviembre del 2013, según datos de Red Eléctrica (REE).

En estos once meses del año, corregidos los efectos del calendario y las temperaturas, el consumo no varía con respecto al mismo periodo del año pasado. La demanda eléctrica en este periodo ha sido de 222.008 GWh, un 1,1% menos que en el mismo periodo del 2013.

Renovables y demanda

La producción de origen eólico del mes ha alcanzado los 4.755 GWh, un 20,8% menos que en el mismo periodo del año pasado, y ha supuesto el 25,6% de la producción total, lo que la convierte, según la patronal eólica AEE, en la primera tecnología eléctrica del mes, aunque asegura que la producción fue de 5.124 GWh.

En el mes de noviembre la generación procedente de fuentes de energía renovable ha representado el 41,9 % de la producción y el 61,9 % de la producción eléctrica de este mes procedió de tecnologías que no emiten CO2.

Baja el precio gracias a la eólica

Con un incremento de la aportación eólica del 51% respecto a octubre, el precio del mercado ha disminuido en 10,6 euros por MWh (el precio medio aritmético ha bajado de 55,11 euros/MWh a 44,5 euros/MWh). Es decir, que los consumidores se benefician claramente por la mayor aportación eólica.

Históricamente, noviembre es el mes en que la eólica cubre más porcentaje de la demanda (septiembre el que menos). Con una diferencia de cobertura entre un mes y otro de casi 10 puntos porcentuales (en noviembre es del 23,6 % y en septiembre, del 13,7%), la diferencia en el precio del pool es de casi 9 euros/MWh menos en noviembre, a pesar de que la demanda media es un 1,4% superior a la de septiembre.

En lo que va de año, la eólica acumula una producción de 45.896 GWh, un 7,1% menos que en el mismo periodo de 2013, sólo superada por la nuclear. En los once primeros meses, la eólica cubrió el 20,1% de la demanda y las renovables, el 42,3%.