Consumo energético inteligente

Basta con cambiar malos hábitos por conductas conscientes para potenciar el ahorro energético en los hogares o en el trabajo. Lugar común en el lenguaje de los sectores energéticos, el ahorro de energía tiene muchas aristas. Además de ser un tema económico, también es un tema social.

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La eficiencia energética es el consumo inteligente de la energía. Significa, en esencia, ahorrar.  Al estar viviendo en una sociedad de alto consumo, se generan altas cantidades de desperdicio: desperdiciamos electricidad, agua, gasolina, gas, etc.; y al desperdiciar, contaminamos el único mundo habitable.

No sólo se desperdicia personalmente, sino que se permite a los Gobiernos su desperdicio al no exigirles que apaguen las incontables luminarias que se quedan encendidas en el día. Lo anterior  sólo como un ejemplo. Los hábitos malos que existen pasan a la familia y después a la sociedad, y se arraigan de una manera especial en los Gobiernos.

Para lograr una verdadera eficiencia energética, se está obligado a cambiar hábitos personales, de malos a buenos. Por consecuencia, cambiarían los de la familia y sociedad. ¿Cómo explicar el daño que se está haciendo a las futuras generaciones?

Las fuentes de energía tradicionales son finitas y, por lo tanto, su correcta utilización se presenta como una necesidad del presente para que podamos disfrutar de ellas en un futuro, nosotros y nuestros descendientes. Una de las mejores alternativas es el uso correcto de la energía solar.

En el gráfico de bajo se puede ver que la energía usada en el mundo (rojo) es muy pequeña comparada con la energía que nos proporciona el Sol de forma gratuita (verde claro). Se está en los inicios de aprender a usar y cuidar la energía solar. También, se ve la cantidad de energía que se puede aprovechar de otras energías renovables que, aun en menor cantidad, están en estudios para el mejor aprovechamiento natural.

Potencial

Existe un dato importante sobre el precio de la energía eléctrica. Su producción depende en gran medida de combustibles fósiles; todos viven los incrementos programados de estos energéticos (gasolina, gas, diesel, etcétera). La consecuencia obligada son incrementos continuos en la factura eléctrica (es importante aprender a leer y entender el recibo de pago de luz).

Conclusión
La eficiencia energética, que ha comenzado a ponerse de moda, requiere de atención, tanto por la economía, como por la responsabilidad social.

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