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FRAUDES ELÉCTRICOS

OP  VOLTIO 3.JPGLas distribuidoras, sin aviso previo, y casi siempre en ausencia del titular de la instalación efectúan inspecciones de los equipos de medida. Cuando de tales inspecciones se concluye unilateralmente que existe fraude, se repone el sistema para adecuarlo a la situación correcta y se remite al titular una factura que genera.

¿Debemos considerar como correcta cualquier intervención de las empresas distribuidoras en el desarrollo de labores inspectoras sin la presencia del inspeccionado?

El artículo 50 de la Ley 54/1997, sobre Suspensión del suministro, modificado por la Ley 17/2007, prevé los supuestos en los que podrá suspenderse el suministro de energía eléctrica, distinguiendo los casos en los que se requerirá autorización administrativa previa y comunicación a los usuarios de aquellos otros en los que las empresas distribuidoras podrán proceder a la desconexión de determinadas instalaciones de forma inmediata en los casos que se determinen reglamentariamente.

En este sentido, el artículo 87 del Real Decreto 1955/2000 establece que la empresa distribuidora podrá interrumpir el suministro de forma inmediata cuando, entre otras, se haya realizado un enganche directo sin previo contrato, se establezcan derivaciones para suministrar energía a una instalación no prevista en el contrato y/o se manipule el equipo de medida o control o se evite su correcto funcionamiento. Prosigue el citado artículo señalando que en todos los casos anteriores la interrupción del suministro se llevará a cabo por la empresa distribuidora y se comunicará a la Administración competente, por escrito o por cualquier otro medio aceptado entre las partes.

Por tanto, se puede deducir que lo procedente sería que, ante la detección de un presunto fraude, la empresa distribuidora llevase a cabo las siguientes actuaciones:

– Levantar el correspondiente Acta de Inspección en la que, haciendo uso de todos los medios a su alcance (fotografías, testigos, etc), se dejara la máxima constancia posible del fraude detectado.
– Interrumpir el suministro.
– Reponer el sistema para adecuarlo a la situación correcta.
– Comunicar a la Administración competente los hechos detectados en los términos que ésta tenga establecidos en su normativa.

¿Debemos considerar como correcta la facturación complementaria tras la detección de fraude sin considerar en modo alguno lo facturado efectivamente en el año previo?

El ya citado artículo 87 del Real Decreto 1955/2000 establece en su último párrafo que de no existir criterio objetivo para girar la facturación de estos supuestos –los fraudes- la empresa distribuidora la girará facturando un importe correspondiente al producto de la potencia contratada, o que se hubiese debido contratar, por seis horas de utilización diarias durante un año, sin perjuicio de las acciones penales o civiles que se puedan interponer.

Cualquiera que fuera la metodología utilizada para facturar complementariamente – esto es, bien utilizando el criterio objetivo que existiera en el caso concreto o bien utilizando el cálculo alternativo – en todo caso, deberá detraerse lo que la distribuidora ya hubiera facturado inicialmente respecto del mismo periodo temporal posteriormente afectado por
la facturación complementaria basada en la detección del fraude.

Ello resulta así necesariamente, dado que los términos previstos por el último párrafo del artículo 87 del Real Decreto 1955/2000 no habilitan a las distribuidoras a, en caso de detección de fraude, facturar más del servicio efectivamente prestado, bien por determinación objetiva o estimativa del importe de la regularización de la facturación.

‘adelgazar’ el recibo de la luz

BAJAR LA POTENCIA CONTRATADA Y ALGUNOS HÁBITOS PERMITEN AHORRAR ENTRE 100 Y 580 EUROS LA FACTURA ENERGÉTICA.

Factura1Cargar al máximo el lavavajillas y la lavadora, adecuar la cazuela al tamaño del fogón o desenchufar la televisión completamente para ahorrar energía son algunos “mitos” sobre consumo que las últimas tecnologías parecen haber dejado obsoletos, según la Asociación Nacional de Ahorro de Energía (ANAE).

Medir, conocer y controlar el consumo particular de cada hogar son las verdaderas claves para conseguir un ahorro real, explica el presidente de la ANAE, Francisco Valverde, porque ahora disponemos de una tecnología que permite “racionalizar” al máximo nuestros hábitos y los de nuestros electrodomésticos.

Por ello, esta asociación ha lanzado la campaña Actívate, que apuesta por adelgazar la factura eléctrica mediante dos acciones: bajar la potencia contratada para pasar a una tarifa de discriminación horaria, recordando que el precio de la energía no es el mismo según la hora en la que se consuma, y analizar lo que gasta realmente todo lo que se conecte a un enchufe.

MEDIR LA POTENCIA “Hay 10 horas al día a precio ligeramente superior y 14 horas al día a precio muy inferior (más o menos la mitad), por lo que eligiendo adecuadamente se puede conseguir con facilidad un ahorro del 10 al 25% anual en la factura”, apuntan.

Para medir la potencia necesaria en cada hogar o empresa, Valverde recomienda adquirir un monitor de electricidad que controla la demanda y permite comprobar en tiempo real el consumo que tiene el hogar. De esta manera se puede verificar personalmente si la potencia contratada se corresponde con el consumo y si los hábitos diarios son rentables.

“Cada caso es diferente, pero el mínimo ahorro obtenido en hogares particulares con esta campaña ha sido de 100 euros y, el máximo hasta la fecha, de 580…, mientras que en el caso de las empresas han llegado a ahorrar cantidades muy superiores”, añade.

La ANAE asegura que los consejos habitualmente asociados al consumo eléctrico “muchas veces” no son ciertos y que, por ello, “es mejor pasar a la acción para ver, en cada caso individual, si merece la pena aplicarlos o no”.

FRIGORÍFICO Y LA TELEVISIÓN Así, el frigorífico y la televisión son los dos electrodomésticos que más electricidad suelen consumir, pero las recomendaciones “energéticas” que escuchamos a menudo no suelen corresponderse con la realidad.

En el caso de la televisión, “aún se da mucha importancia a desenchufarla o conectarla a una regleta con interruptor” y “nunca” dejarla con la pantalla apagada y el piloto encendido, en el estado que se conoce como stand-by. Sin embargo, “desde la renovación de los nuevo aparatos para adaptarlos a la televisión digital terrestre (TDT) éstos se han modernizado mucho y ahora ese consumo es irrelevante”.

“CONSUMO FANTASMA” La ANAE advierte de que el “consumo fantasma” provocado por el stand-by es “mucho más importante” en el caso de aparatos como el lavavajillas, el aire acondicionado o un robot de cocina como la Thermomix, y nadie nos ha dicho nunca que los desenchufemos.

En cuanto a la nevera, al ser el electrodoméstico que más electricidad suele consumir en una vivienda común, cualquier costumbre, buena o mala, “repercute mucho en el gasto final”.

Por ejemplo, al abrir la puerta “con cierta frecuencia para coger o dejar cosas, típicamente en las horas de las comidas, se producen picos de consumo por un mayor funcionamiento” y, si se deja abierta un rato, “tarda en recuperar su consumo habitual con valores que llegan a alcanzar el 100 % superior al normal”.

Es, por lo tanto, un aparato que conviene cuidar de manera especial y por eso recomiendan mantener su limpieza, no colocarla junto a fuentes de calor y facilitar la ventilación posterior, además de evitar la formación de hielo y evitar guardar comida caliente para que el aparato gaste menos. Además, si tiene uno antiguo quizá sea hora de ir pensando en adquirir uno nuevo. El frigorífico gasta mucho al permanecer conectado las 24 horas y si se tiene uno de clase A+++ consume en torno a un 70% menos que un modelo de clase media.

Otra acción que nos permitirá adelgazar nuestra factura de la luz es la de sustituir las bombillas incandescentes y halógenos por LED. Efectivamente, son más caras pero ahorrará entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación. Además, la vida útil de la luces LED es muy superior (treinta veces más que las primeras y quince más que las segundas), el encendido es inmediato y además suelen estar garantizados.

ALGUNOS CONSEJOS

Calcular la potencia. Aunque suene complicado no lo es tanto. Para calcularla debemos sumar las potencias de los aparatos eléctricos que pueden llegar a funcionar simultáneamente. A esta suma debemos añadir un pequeño margen de garantía para que no salten los plomos cuando utilicemos la lavadora, el secador y el ordenador a la vez. Una vez conocida la potencia que necesitamos en casa, podemos acercarnos a las ofertas de las compañías que suelen ser múltiplos de 1.100 vatios y contratar la que sea inmediatamente superior a la suma que realizada.

Bombillas de bajo consumo o LED. Sí, es cierto que son más caras pero esta inversión inicial se verá recompensada en los recibos siguientes. Aunque cuesten, de media, como mímino cinco euros cada una su vida es más prolongada.

Apagar los dispositivos. No dejarlos en ‘stand-by’. Apagar la televisión desde el mando a distancia solo la deja invernando, es decir, sigue consumiendo energía. Los aparatos eléctricos hay que apagarlos del todo, aunque cueste un poco levantarse del sofá para darle al botón.

Lavadora llena y con agua fría. Este sencillo gesto también recorta bastante nuestro gasto a final de mes, además de gastar menos agua. Y no solo eso. También es recomendable apagar la vitrocerámica un ratito antes de que esté hecha la comida, pues con el calor que se ha concentrado se termina de cocinar esa sopa o el puchero del mediodía.

Mejor usar el microondas que el horno. Si se utiliza el hermano pequeño del horno de toda la vida se puede ahorrar hasta un 70%. El uso de la olla a presión también es una buena fórmula de ahorro.

Horno y frigorífico, lejos. En la cocina aleja el horno del frigorífico, pues el calor que desprende el primero obliga a la segunda a gastar más energía. Tampoco meter alimentos calientes en la nevera y mantener limpia la parte trasera del frigo porque la nevera gasta el 20% de electricidad del hogar.