Esto ya se pagaba dentro de los peajes, pero ahora se ha sacado fuera (el peaje no ha cambiado) y se paga aparte. Es lo que pagamos entre todos los consumidores a ciertas empresas (grandes consumidores como industrias metalúrgicas y similares) por qué, si lo necesitamos, nos “presten” su energía, por así decirlo.
Es decir, cuando en un momento dado se necesita más energía de la que hay disponible, estas empresas se comprometen a dejar de consumir para que el resto de demanda se pueda satisfacer.
Cuando esto pasa a la empresa que detiene su actividad le supone unas pérdidas y eso es lo que cubrimos el resto de usuarios con una pequeña cantidad fijada en base a una previsión que sale de nuestra factura.
Esto afectará a que el precio, dependiendo de la tarifa aumentará entre 2,4 y 2,8 €/Mw (es decir 0,0024 y 0,0028 €/kWh). ES UN COSTE REGULADO y lo aplicaran todas las comercializadoras en sus contratos vigentes y sus contratos nuevos desde el 1 de Enero.
Como decíamos, hasta ahora ese concepto se incluía en lo que se llaman peajes de acceso, unos costes regulados por el Gobierno que afectan tanto al precio de energía como al de potencia. A partir de ahora el concepto de interrumpibilidad se calcula al margen y se suma al precio de la energía. En resumen, el precio final de tu factura subirá.