El regulador analiza en un informe la propuesta del Ministerio de Industria para modificar el mecanismo de tarificación eléctrica, por el que definitivamente desaparecerán las subastas trimestrales que fijaban el precio de la luz anticipadamente.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha incidido en la necesidad de profundizar en la liberalización del sistema eléctrico, con el fin de lograr un mercado minorista más eficaz. Para ello, apuesta por limitar el colectivo de beneficiarios de la tarifa regulada, el llamado Precio Voluntario, que actualmente afecta al 60% de los consumidores.
El Gobierno pretende implantar a partir del 1 de abril el nuevo sistema que revolucionará la industria energética y que, en función de si se tiene o no un contador inteligente, facturará al consumidor por el precio de cada hora de la energía en el mercado mayorista (pool) o por el precio ponderado durante los dos meses de facturación. La CNMC considera que para implantar estos cambios es necesario al menos un mes más. Se mantiene, asimismo, la opción del mercado libre y, además, se introduce la obligación para las eléctricas de ofertar un precio fijo anual.
La CNMC advierte de que este precio fijo choca con el propósito de liberar el mercado eléctrico. “En función del desarrollo de estos contratos y su impacto sobre el mercado liberalizado, convendría revisar en el futuro la necesidad de mantener esta obligación”, señala el documento. Un proceso que, como hiciera la antigua Comisión Nacional de la Energía (CNE), defiende la CNMC abiertamente.
El 60% en el mercado regulado
Este precio fijo que ofrecerán las compañías se presenta como alternativa al denominado Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), que es el que han de aplicar las compañías energéticas a los consumidores conectados a tensiones no superiores a 1kV y con potencia contratada inferior o igual a 10kW, en el caso en que estos consumidores (hogares y pequeñas empresas) opten por esta alternativa en lugar de contratar con algún comercializador del mercado libre. A finales de 2013, el 60% de los clientes con derecho a esta tarifa estaban acogidos a ella, lo que representa ocho puntos menos que al cierre del año anterior.
El nuevo mecanismo de determinación del coste de la energía hará «menos estable» el recibo de la luz y conllevará «dificultades» para ponerlo en funcionamiento, aunque en teoría supondrá una reducción del coste de la energía que se incluye en el PVPC. Ahora bien, los consumidores podrían valorar más otros servicios adicionales no incluidos en el precio voluntario que aportan los comercializadores libres, como puede ser la estabilidad de un precio fijo para un determinado plazo o la contratación de otros servicios adicionales como la energía verde u otros servicios del hogar.
La CNMC insiste, en cualquier caso, en la conveniencia de reducir progresivamente el ámbito de aplicación del precio voluntario. En este sentido, insta al Gobierno a establecer una hoja de ruta para su desaparición, en el objetivo de lograr “un eficaz desarrollo del mercado minorista”. Ahora bien, “debería comenzar una vez se encuentren en funcionamiento los procedimientos de cambio de suministrador” y el calendario debería tener en cuenta que más del 70% de los consumidores con derecho a PVPC tiene una potencia contratada de entre 3 y 6 KW.
En su informe, el regulador determina también que el mecanismo propuesto por Industria provocará inestabilidad entre las sucesivas facturas. En esta inestabilidad influirán la estacionalidad, los conflictos internacionales, la lluvia o el viento.
No obstante, al mismo tiempo generará un ahorro para los consumidores: Competencia calcula una variabilidad de entre 2 y 6 euros en las facturas por este nuevo sistema.
Nuestra opinión
El informe de la CNMC no hace sino generar más dudas sobre la propuesta elaborada por el Ministerio de Industria para cambiar las tarifas eléctricas. Avala que la luz podrá abaratarse al suprimirse los costes de intermediación de las subastas, pero al mismo tiempo advierte de la inestabilidad y la incertidumbre para los consumidores, al no conocer éstos de antemano cuánto pagarán por la energía que consumen.
La pretensión de la CNMC de eliminar el precio voluntario para la mayoría de los consumidores es lógica desde el punto de vista de la defensa del libre mercado. La liberalización, a priori, trae más competencia y ésta a su vez, precios más bajos. Así ha ocurrido, por ejemplo, en el mercado de la telefonía.
Hasta la fecha, la tarifa regulada ha sido una barrera para la competencia y ha limitado los ahorros que los consumidores podían conseguir en el mercado libre. Además, no se ha favorecido lo suficiente el cambio de compañía, ya que no se han agilizado los trámites para cambiar de comercializador ni se ha favorecido la comparativa online.
Fuente: CNMC